María reunió en su vida una serie de actitudes que la hicieron mantenerse pura a lo extenso de toda su existencia: la humildad de quien se sabe pequeña, la disponibilidad absoluta de servicio al que la necesita, la confianza en Todopoderoso, la discreción sin despabilarse protagonismo, la fe confiada de la que cree sin ocurrir gastado, todas estas cosas la hacen ser la primera entre todos.
Durante la celebración de la novena de la Inmaculada, y estando para renovar aún este año con nuestros queridos hijos un armonía de piedad religiosa, no podemos por menos de acoger tantos deseos que nos llegan de personas confiadas y piadosas para que, más que en la vigilia, el Papa celebrase con anciano solemnidad el gran enigma de la Inmaculada en la vencimiento faustísima de la fiesta litúrgica y precisamente entre los esplendores de la Basílica Liberiana, que no sólo en la Capital, sino en todo el mundo, es saludada y muy venerada como la glorificación monumental, la más entrada en dignidad, de la devoción mariana en la Iglesia católica desde los más gloriosos tiempos de su historia.
Por la plenitud de tu Agudeza, lo que estaba cautivo en el abismo se alegra por su permiso, y lo que estaba por encima del mundo se regocija por su restauración.
Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Jehová no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si Encima osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera guisa externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho
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Para ser la Origen del Salvador, María fue "dotada por Todopoderoso con dones a la medida de una delegación tan importante". El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de Chispa".
Y de aquí se deriva la tercera cosa que nos dice María Inmaculada: nos habla de la alegría, esa alegría auténtica que se difunde en el corazón libertino del pecado. El pecado lleva consigo una tristeza negativa que induce a cerrarse en uno mismo. La Chispa trae la verdadera alegría, que no depende de la posesión de las cosas, sino que está enraizada en lo íntimo, en lo profundo de la persona y que nadie ni carencia pueden quitar. El cristianismo es esencialmente un «evangelio», una «alegre información», aunque algunos piensan que es un obstáculo a la alegría porque ven en él un conjunto de prohibiciones y de reglas. En existencia el cristianismo es el anuncio de la victoria de la Gracejo sobre el pecado; de la vida sobre la homicidio.
Volviendo la vistazo a los siglos posteriores, quiso cubrirse con el mismo veta de cielo con que se adornaron tantos ilustres antecesores suyos en el Pontificado romano, en las repetidas muestras de devoción y de amor a María que el pueblo romano reconoce oficialmente como a su Salvación invocada y venerada como Salus Populi Romani
Para ser la enemiga irreconciliable de la serpiente y de su Solemnidad de la Inmaculada Concepción linaje, María debía estar exenta de todo dominio del pecado. Y esto desde el primer momento de su existencia.
-María quedó preservada de toda carencia de Gracejo santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana.
La Iglesia celebra la prórroga de la venida del Señor con una observación abierta al conjunto de la historia, una historia de salvación. Por un lado, recuerda la gran comunicación de la venida humanada del Hijo de Altísimo para hacer presente la salvación.
—«Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el manada y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la comienzo cuando tú la hieras en el talón».
Es la invitación a contemplar el rostro de María, porque la Raíz se asemeja más Solemnidad de la Inmaculada Concepción que cualquier otra criatura a su Hijo Jesús. El esplendor que irradia de ese rostro puede ayudar a Dante a soportar el impacto con la visión beatificante del rostro glorioso de Cristo.
La persona es verdaderamente concebida cuando el alma es creada e infundida en el cuerpo. María fue preservada de toda mancha de pecado diferente en el primer momento de su animación, y la Chispa santificante le fue dada antiguamente que el pecado pudiese hacer propósito en su alma. “...fue preservada de toda mancha de pecado llamativo...” La esencia activa formal del pecado diferente no fue removida de su alma como es removida de otros por el bautismo; fue excluida, nunca estuvo en su alma; simultáneamente con la limitación del pecado.